lunes, 8 de julio de 2013

Olivo dominguero parte 2

 Hola de nuevo, amigos.

¡ENTRADA 200!

Es todo un acontecimiento. Cuando miro hacia atrás y veo todo lo que he compartido, los ratos que se tira uno detrás del teclado para compartir con vosotros mis experiencias con los bonsáis, no me viene otro sentimiento que el de gratitud. Gratitud, si, porque hay que estar agradecido a los lectores, muchos anónimos, pero otros que quieren expresar lo que les ha parecido cada entrada o preguntarme dudas sobre algo en particular, pero al fin y al cabo, lectores que se entretienen un rato leyendo lo que yo escribo, y sin vosotros, amigos, no tendría sentido esta experiencia.
 
GRACIAS A TODOS.
 
Y vamos con la entrada 200. Esta entrada quiere poner de manifiesto que cualquier material puede servir para distraernos y pulir nuestra técnica.
 
En un principio, a esta enorme rama seca que acompañaba por la derecha al olivo de la entrada anterior, el destino le tenía preparado un ardiente final como leña para la barbacoa. Pero al extraerlo de la maceta comprobé que un pequeño resto de corteza había empezado a brotar, y como me gusta darle oportunidades a todo el material que tengo, me puse manos a la obra a intentar sacarle el máximo partido.
 
Era tan humilde el trozo informe que, raro en mi, no le hice ni una mísera fotografía. Pero me armé de la parte-troncos y las tenazas de jin y empecé a ir sacando textura y puntos de interés del material que tenía delante. Poco a poco fueron apareciendo formas interesantes, y  hasta me gustó tanto el resultado final que lo planté en una maceta en cascada que tenía libre.
 
Un par de meses después de este primer trabajo, el pequeño brote ya había empezado a alargar, y como la maceta me lo pedía, lo alambré y lo mandé hacia los pies de la misma. El trozo de corteza unido al tronco tenía algo del craquelado original del olivo, y lo coloqué mirando hacia el frente. Ahora solo quedaba cultivar y cultivar. Era el 29 de octubre de 2011.


 Aquí tenéis algunas vistas del trabajo de madera, tras aplicarle polisulfuro:
 






Durante estos 19 meses no he parado de abonarlo bien y tenerlo a pleno sol, y como es natural, el olivo ha ido creciendo. Lo he sometido a varios desfoliados y alambrados para ir dando forma a las ramas que iban apareciendo de este primer brote, y este mes de julio le tocaba un nuevo retoque. Aquí tenéis el antes y el después del trabajo:

 
 
He eliminado parte de la cepa que estaba formando en el punto de salida de la única rama, he eliminado los chupones, he desfoliado parcialmente y he vuelto a poner un poco de alambre para seguir con la formación de la copa. Y he aquí el resultado final:
 
 
A veces del material más humilde se puede sacar también algo interesante.
 
Un saludo y gracias de nuevo, amigos, por vuestro interés.
 
Juan Antonio Pérez.

10 comentarios:

Unknown dijo...

Tienes un blog muy interesante e instrctivo.Gracias por enseñarnoslo

Unknown dijo...

Tienes un blog muy interesante e instrctivo.Gracias por enseñarnoslo

Carthago dijo...

Gracias José Luís por leerlo.

Un saludo.

Angel dijo...

Enhorabuena por ese nº de entradas, muchas de las cuales disfruté no solo leyendolas si no sacando muchas cosas útiles de aplicación en mis arbolinos.
Gracias por tu esfuerzo.

Juan Liñares dijo...

Y lo más importante es, como bien comentas, que este tipo de material nos permite ir mejorando nuestra técnica. Además, al final, casi siempre acabas haciendo algún amigo con él.

Saludos

Unknown dijo...

Felicidades por los 200 casi, casi como Leonidas.... auhh!! :-) . Este material que presentas, no es humilde, es elegante y no me cabe duda de que saldrá un bonsái muy especial..

Un bonsái.

Carthago dijo...

Me alegro que te guste y lo aproveches, Ángel. Un saludo.

Carthago dijo...

Auhh! Fran. Vamos a por esas 300 , entradas, claro.

Gracias por tu comentario.

Un saludo.

Carthago dijo...

Desde luego, Juan. Lo mejor los amigos.

Un saludo

Ishi Kasai dijo...

Tus trabajos son toda una referencia.
Como novato que soy, me parece muy instructivo.
Un abrazo

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